domingo, 14 de septiembre de 2014

Let them eat cake

Como bien contó Ezequiel, el fin de semana pasado fuimos a festejar nuestro primer año juntos. Primero con la cena romántica, y al otro día, un domingo muy lindo para salir, con una buena merienda.


Optamos por un lugar que no conocíamos más que de vista, de pasar por la puerta, pero que sin duda prometía. Slava Tea Room es un local muy pequeño pero que te entra por los ojos inmediatamente, por las cosas ricas que están a la vista y por la cantidad inmensa de teteras (una más linda y original que la otra) que funcionan como parte de la decoración.


Una de las opciones más interesantes que tenía su menú, y por el cual sin duda optamos, fue un Tea Party que ofrece una tetera de té para dos personas, una bandeja con diferentes porciones de torta, alfajorcitos, y hasta pequeñas porciones de tostados y de sandwiches de tomate y queso, y tostadas para comer con queso crema y/o mermelada.

Fotos http://instagram.com/enjoyjessica

Entre mis preferidas sin duda estaban la torta de limón y la de coco y dulce de leche. Aunque los alfajorcitos eran irresistibles, crocantes con un dulce de leche realmente delicioso, y las tortas tanto de chocolate negro como la de chocolate blanco, muy buenas.

Por si no lo habrán imaginado ya, sí, la merienda es muy abundante para dos personas pero a la vez tan rica que es imposible dejar de comer. Aunque debo confesar que yo lo salado casi no lo toqué.

El té también rinde bastante, como tres tazas para cada uno, y ofrecen diferentes variedades de té en hebras.

Sin dudas Slava se convirtió en uno de mis lugares favoritos. ¿Dónde queda? En Villa Urquiza, Angel Pacheco 2100 esquina Mendoza.

martes, 9 de septiembre de 2014

Chupate esta mandarina


El domingo, con Jessica, cumplimos un año de novios y para recibirlo decidimos hacer como cualquier pareja enamorada e ir a un lugar bien romántico. El restaurant elegido fue Mandarina. El local queda en Núñez, más precisamente en la esquina de Arcos y Vilela.


Foto de Guía Oleo.

Créanme cuando les digo que el lugar es bien romántico, tiene unas luces muuuy bajas y una vela por mesa como única iluminación, pero no se preocupen ya que las mozas nos prestan unas simpáticas linternas para que podamos ver la carta.

Y hablando de la carta, les cuento que el menú ofrece pastas, pizzas, calzones y crepes siendo estos últimos la gran estrella ya que tienen más de 30 variedades. Los dos elegimos crepes, cada cual uno distinto, y déjenme decirles que están muy buenos, además vienen acompñados de una ensalada de rúcula con queso rallado y una salsa de queso, que cuando la mezclas con la ensalada es la gloria. El postre no lo comimos ahí pero si tiene también una amplia variedad. Como pequeño dato para destacar, mientras uno espera la comida, te traen una entrada con una variedad de panes de pizza acompañados de una salsa, todos también muy ricos.

Para terminar les comento del precio. Cuando uno va a estos lugares siempre tiene miedo que le arranquen la cabeza con el precio, este no es el caso. Si bien el lugar no se caracteriza por ser barato, tampoco te arrancan la cabeza. Yo lo recomiendo como una opción excelente para ir en pareja.